A todos nos gustaría empezar la jornada laboral con mucha energía, alegres y listos para conquistar el mundo. Sin embargo, algunos días nos cuesta hasta mantener los ojos abiertos y contamos las horas hasta llegar a casa para tumbarnos en el sofá, ver alguna serie y olvidarnos de todo. Descubrimos que nuestra fuerza de voluntad ha sido aplastada bajo la pila de “tareas pendientes” que rápidamente se apoderan de nuestro espacio de trabajo.
Si esto te suena familiar, no te desanimes, ¡no estás solo!
La buena noticia es que gozar de salud y ser productivo en el trabajo no tiene por qué implicar más trabajo. Incluso los cambios pequeños y divertidos pueden contribuir a mejorar el día.
Ya sea que trabajes en una oficina o una multinacional o, ¿por qué no?, en una cafetería, aquí hay seis consejos que te ayudarán a abordar esas tareas pendientes y sentirte mejor: más saludable y menos ansioso y estresado.
+1º Lo primero es lo primero: descubre tu rutina matutina
Empezar la mañana con buen pie marca el ritmo para el resto del día. En vez de coger tu teléfono a primera hora, tómate los primeros 30 minutos de tu día para estar presente, conectar con tu proposito y prepararte para el día que tienes delante. Reserva este precioso tiempo para aquellos rituales que te traien alegría, como la meditación, llevar un diario, una caminata matutina, o andar descalzo bajo los primeros rayos de sol para reactivar tu ritmo circadiano y recibir una dosis saludable de vitamina “N” (de naturaleza).
No siempre he llevado la misma rutina matutina. La he tenido que adaptar continuamente: no es lo mismo una mañana con niños que una mañana sin niños; no es lo mismo una mañana cuando te espera un largo camino al trabajo en coche que cuando trabajas desde casa; no es lo mismo tener los niños de vacaciones o tener que acompañarlos en el desayuno, mochila, ropa etc.
Ahora, mi rutina es bastante asentada: me despierto antes del resto de la casa, me preparo un café y me lo tomo a solas en la terraza. Mientras, pongo una intención para el día que acaba de empezar, hago unas posiciones de yoga sencillas (saludo al sol) y disfruto con la mente tranquila de esos momentos. Son únicos y son para mi.
¿No tienes 30 minutos? ¡No te preocupes!
Elige una actividad que ya existe en tu rutina matutina y comprométete a estar completamente presente en ella. Ya sea sentarse a desayunar con los niños o simplemente saborear una taza de café, piensa realmente en una o dos cosas que alegran tu mañana y comprométete con ellas todos los días. Crear pequeños momentos de alegría en la mañana marca el ritmo y la energía para el resto del día y nos permite empezar a trabajar con la actitud y la energía correcta.
+2º Tómate un descanso
Seamos honestos, no muchos de nosotros podemos mantenernos concentrados y con el mismo nivel de presencia y energía ocho horas seguidas. Puede parecer contradictorio, pero si te sientes estancado en el trabajo, tomarte un descanso podría ser tu mejor opción, gracias a un fenómeno llamado fatiga de decision.
Un famoso estudio de la Universidad de Princeton encontró que era más probable que los jueces concedieran la libertad condicional a los presos después de sus descansos diarios que después de haber trabajado durante un período prolongado. A medida que comenzó la fatiga por tomar decisiones, la tasa de concesión de libertad condicional cayó gradualmente hasta cerca del 0% porque los jueces recurrieron a la opción más fácil y segura: simplemente decir no. ¿La conclusión? Tu cerebro necesita un respiro.
¿Pero cómo? Haz unos estiramientos, ve a rellenar tu botella de agua con agua filtrada o da un paseo por la oficina.
Mover el cuerpo y activar el flujo sanguíneo puede aumentar la concentración; incluso hacer unos saltos en un mini trampolín durante unos minutos realmente puede marcar la diferencia. A veces es difícil tomarse 5 minutos cuando parece que hay mucho que hacer, pero seguir adelante puede llevar a una toma de decisiones simplista y a la postergación, lo que en última instancia acaba de generarnos más trabajo.
+3º “Quemar” la lista de tareas pendientes
Muy bien, has tenido una mañana consciente, has hecho unos estiramientos y estás más lleno de agua que un cactus; es hora ponerse a trabajar en serio, pero te parece que todo es urgente y no sabes por dónde empezar.
Jake Knapp, socio de diseño de Google Ventures y autor del bestseller Sprint del New York Times, recomienda hacer una “Lista de quemadores”. Compuesta por un quemador frontal, un quemador trasero, un fregadero de cocina y un espacio en el mostrador, la receta de Knapp para la productividad consiste en aprender qué priorizar y cuándo dejar pasar las cosas. Knapp admite: “No realizará un seguimiento de cada detalle ni le ayudará a hacer malabarismos con un millón de proyectos”. Pero ese es exactamente el punto: “La Lista de Quemadores es intencionalmente limitada y, por lo tanto, enfocada”.
+4º Perder el portátil
Los ordenadores portátiles parecen la solución perfecta para las personas que están en movimiento, pero la realidad es que están lejos de ser ideales. Ergonómicamente, sus teclados son un desastre y causarán estragos en tus manos y muñecas más rápido de lo que puedes decir Túnel Carpiano. Sus pantallas también son demasiado pequeñas. Claro, podrías hipotecar tu casa y comprar una MacBook de 17 pulgadas, pero no es lo mismo que un monitor de escritorio correctamente ajustado y configurado a la altura y distancia de visualización ideales. Más que eso, los portátiles podrían estar consumiendo tu energía, literalmente.
En los últimos años, una sorprendente serie de estudios han señalado a los portátiles como una fuente principal de emisiones dañinas de radiación electromagnética (o EMF). Como era de esperar, los expertos han revelado que los riesgos para la salud asociados con el uso de ordenadores portátiles son mayores cuando los dispositivos se utilizan muy cerca del cuerpo. Así que date un poco de espacio y de un descanso a tu cuello, ojos y manos invirtiendo en un mouse inalámbrico, un teclado separado y un monitor de escritorio.
Ya que estamos en el tema…
¿Recuerdas cuando nuestras madres solían advertirnos que no nos sentáramos demasiado cerca de la tele porque es malo para la vista? Bueno, aquí está la cuestión: como casi todo en la vida, mamá tenía razón. La luz azul emitida por las pantallas puede ser perjudicial para los ojos, tanto a largo como a corto plazo.
Además, puede provocar falta de sueño al alterar el ritmo circadiano, el ciclo de sueño y los ciclos de producción hormonal.
Y por último,
+5º Sin comida basura
Barritas de chocolate, refrescos, galletas y patatas fritas siempre parecen más apetecibles en la segunda parte del día, pero ni las verás gracias a tu arma secreta. Designa un pequeño cajón o cesta para almacenar tus meriendas naturales y saludables favoritos (bolsitas de infusión, nueces, barrita de nueces y frutos secos, fruta, etc.).
También podrías adoptar un enfoque holístico: unirse a otros compañeros de trabajo con ideas afines y pedir alimentos más saludables en la oficina, como una entrega semanal de fruta fresca.
Ahora es importante recordar que no todos los días serán perfectamente productivos. Pero no te castigues. En lugar de eso, respira profundamente, sé amable contigo mismo y vuelve a concentrar tu energía en estos consejos y trucos. Una vez que encuentres el ritmo que mejor vaya contigo, te sorprenderás de lo saludable y feliz que puedes ser en el trabajo.
Ahora, por favor, discúlpame, necesito tomar un descanso. ¡Probablemente tú también deberías hacerlo!
